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sábado, julio 31, 2010

Gracias, Motril

Se dice de una tribú (Los Hemishi) que tiene por norma no despedirse de las personas que parten hacia otra lugar, así lo vivió Ashitaka en "La princesa Mononoke".
No sé si los Hemishi son una invención del maestro Miyazaki o son un pueblo que realmente existe, pero, en ambos casos, es una costumbre, quizás chocante pero repeledora de una explosión de sentimientos que he vivido esta mañana.
Hacía mucho tiempo que soñaba con este día, sobre todo al principio, porque me iba varios meses a un lugar que no conocía con gente que no conocía (un tal Dámaso, una tal Sahida) y encima con nombres tan raros, además dejaba mi Sevilla, mi casa, mi familia y tantos proyectos que parecía poco menos que el apocalipsis.
Con este argumentario es lógico pensar que al irme a un lugar desconocido (un tal Motril), pues tuviera incertidumbre y, porque no decirlo, pavor.
Aún recuerdo la primera mañana que tenía que preguntar por una tal Ana Rincón, según indicaba un folio que me repartieron en Sanlúcar (y aún conservo).
Comenzó una reunión informativa con mucha ilusión y ánimo y empezamos a rodar.
Las dos primeras semanas estuvimos rotando por diferentes puestos y fue donde tuve la suerte de conocer gente tan genial como "el peri", Carlos, José, las chicas de información, algunas reponedoras, la dinámica de la frutería... y en todos los puestos una gente encantadora, dispuesta y sobre todo amables, muy amables.
El tiempo transcurría y los lazos de amistad entre cursillistas comenzaron a brotar como esas habichuelas que, de pequeño incubamos en un vaso de plástico con algodon húmedo.
Y el tiempo pasaba y pasaba y el cariño de unos compañeros fue en aumento.
Tras esto llegaba mi tutor, que me lo presentaron en una reunión, era un hombre con una camisa de cuadros verdes, barba y con apellido de árbol (no era Manzano, sino Pino)que poco a poco me fue enseñando las mimbres de un jefe de sección.
Y llegaría María y Emilia y Santi,y Manoli y mis merchand y mis charcuteras y mi Gertru, y esas tardes de primavera y verano en una orilla de playa que comenzó siendo un desahogo del trabajo y acabaron siendo una bendita continuación de esas jornadas, a veces interminables, pero que siempre serán eternas, como eternos serán vuestros recuerdos en mi memoria y como eternos son tantos detalles que se tatúan aquí,entre costilla y costilla, en el órgano bombeador de sangre.
Gracias, gracias y mil gracias, por tantos y tantos momentos compartidos, por tantas ayudas, por tantos apoyos, ánimos, sonrisas, palmadas en la espalda, consejos, correcciones, preguntas, respuestas y por tantas y tantas manos que alguna vez han pasado cerca mía para unirse a las mías.
Gracias a todos, en especial a todos y muy especialmente a todos porque he aprendido el valor de una buena acogida, temática en la que teneis matrícula cum laude os lo aseguro.
Gertru, Santi y Sabrina (e Isa) gracias por esa cena que, aunque no quería, encajasteis, y que, para mí será inolvidable.
Nuria, muchas gracias por todo, Fran, recupera esa pierna, María, todo mejorará, María, tienes las dos nietas mas guapas del universo, Emilia, ¡que he pedido lo menos 10 cajas de codillo!, Manoli, que surtes de pizzas a medio Motril, y el otro medio suspira por ellas porque llega tarde y ya no quedan, Clara, recupérate pronto,Ángeles, que ojazos tienes, Pili ¡Hay que hablar menos!!, Sabrina, te vas a librar porque ya tengo novia, Sofía recupérate pronto que todo mejorará, Susana Alicia y cía, sois la ostia, Gertru, te quiero, Santi, también te quiero, Isa, eres una crack (que digo crack, catacrack!!!), Eli, Yolanda, Maricarmenes, Carmiña... Os como a todas!!!, Bibi, que grande eres, Mari y Mari Carmen, sois aun más grandes, Lola, mi lechera favorita, M Dolores gracias por el poco tiempo que hemos compartido Toñis, Inma ¿y mi nervio favorito?, Peri, tranquilo cojones que la reserva al final se queda vacía, Carlos, sabes que quiero ser como tú, Fede ¿Hoy no desayunas?, Cristinaaaaaaa que me olvido de tí!!! y Wilson y Caparrós tened cuidaito con los cuchillos!, JuanPablo, sonríe cojones!, Pacos, nos vemos en Sevilla y Pino gracias por tantos y tantos momentos y ojalá seas el más feliz en el nuevo camino que emprendiste hace pocas semanas, porque la que ha triunfado es tu mujer, no me cabe duda.
Quino, Manzanos, Manolo Ramos, Tristán, las niñas de telefonía, seguridad...
sois tantos y tantos que no os recuerdo y además me duelen ya los dedos!!!! pero a todos, gracias.
Todos teneis un hueco en mi casa y en mi corazón (pero no vengais todos a la vez que no cabeis, hacedlo de 3 en 3 como máximo)
Os quiero, gracias Motril.

sábado, julio 17, 2010

Camino a Sevilla... 1º parte

Es tarde, salgo de trabajar y me espera un coche preñado de maletas, papeles y una tarrina de cd´s esperando ansiosos su momento de actuación digital.
Abro el coche con el mando, me siento y mientras saboreo un delicioso donuts de chocolate y me refresco con un yosport de fresa, meto primera marcha y vamos destino Sevilla.
Son 300 kilómetros, a veces más cortos, a veces más largos o a veces eternos, pero al fin y al cabo, siempre los mismos 3 millones de milímetros que ha de rodar mi neumático del R14 para llegar a su destino, a su cenit logístico.

- Kilómetro 0: Lo primero que siento es una humedad que me abraza y que parece no querer que deje Motril, ciudad tan bella como aún dividida entre los del puerto y los del pueblo.

-Salobreña, el pueblo del castillo, y del mosto que aunque se hace en Granada, lleva su nombre. Tras ella, una auténtica calle sierpes hecha carretera donde la naturaleza no deja vencerse fácilmente, transformando la lisa capa alquitranera en pequeños resaltos y desniveles.
Las vistas son sencillamente espectaculares, son un balcón al mar, son los mejores lugares para sentirse pequeño ante el firmamento, e incluso poder sentir el aliento de un mar con achaques propios de su edad, que ha visto tanto como ha callado y que, queramos o no, siempre nos acompañará.
Cogemos autovía dirección Malaga, dejando de lado Almuñecar pero,no porque no la queramos, sino porque quizás no queramos caer en su red y ser novio de tanta mujer.

- Túneles y más túneles, algunos de ellos con indicaciones de radar que sólo yo parezco respetar. Radares que por cierto, aún no he logrado saber donde están, dentro de tuneles rascados sobre montañas que aun no han dicho su última palabra y que permiten tal isolencia de un ser tan minúsculo para él coo es el ser humano... pero al final de un tunel....¡Oh! Sorpresa, aparece ese cartel verde de provincia de Malaga...