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lunes, agosto 05, 2013

JUM!

Como es el Cartojal a tu feria, como es el sol a tu tierra y como es mi luna a tu luna, ese vértice, esa bisectriz que no es infinita pero poco le falta porque llega hasta la blancura de su superficie para salir despedida tan rapido como puede a una tierra, a una calle, a una curva... a una casa. Y no es infinito no porque no lo sea sino porque se escapa del raciocinio normal de "lo normal" que dirías tu en mi boca o de los miles de millones de te comos que, como eufemismo de una obra de arte mayor creada por el viento, la respiración y los suspiros que salen de lo más dentro de ti, sudas a través de unos poros minúsculos, tambien infinitos y de los que tuve la suerte de conocer en persona, centímetro a centímetro, palmo a palmo, mirada a mirada... Y el sábado subimos y estuvimos aun más cerca de la luna, achicando la bisectriz lo máximo que pudimos, ahí comprendí en lo infinito de todo, de tu bisectriz, del viento y de la cámara que tras 30 años de peleas quiso mirarme con buen ojo, redescubrir el ojo del extrabarrio de mi pupila que, miraba firmemente a un objetivo sabiendo fielmente que acabaría llegando al marrón del círculo de entrada de aquel cono visual que hizo que un día dijeras: éste puede ser para mi. Pero como bien sabes, yo no soy de nadie, como tu tampoco serás propiedad nunca de nadie, yo soy del viento, de la luna y de la tierra, mi problema fue cuando el viento la luna y la tierra se unieron para una conspiración que tras 23 ciclos heliocentrípetos, llegó por casualidad a un vaso de agua de una calurosa tarde de domingo. Pocos pueden presumir de haberme quitado la ropa y tu me quitaste la piel, pocos pueden presumir de hacerme temblar y tu lo has conseguido, pocos pueden presumir de sacarme una sonrisa como la que tu me sacas con una cotidianeidad tan espasmosa que me tirar y reconstruir paradigmas a una velocidad tal que ni el fuego lo huele, ni el hielo lo siente. No sé qué haces, cómo lo haces ni por qué lo haces, pero no dejes de hacerlo...