¿Qué buscas?

miércoles, septiembre 18, 2013

Un día más

Era un mar dorado que nunca se despeinaba, era una tez que hacía del liso rugoso porque era la suavidad hecha piel, hecha vida y hecha armonía en su último e infinito deseo que no era otro que ser contemplado, valorado y querido... Eran unos ojos brillantes que no le hacían falta un color especial porque especiales eran per se, unos labios, unas mejillas, unas manos en los caben una vida o, al menos la mía la tienen... Érase una mujer hecha mujer a sí misma, debido a motivos que dezconozco yo, en mi infinita altivez de vez en cuando y en mi permanente manía de cuadricular las cosas, de psicoanalizar las causas efectosa y de ser enemigo acérrimo de un conductismo que, sinceramente, nunca me hizo nada. Es por eso que hoy me separo de Freud y me reconcilio con el conductismo, conmigo mismo y con mi sombra a quién taché de convenida y otras veces de oscura, siempre buscando un motivo de por qué era oscura, cuando era solamente por ausencia de luz. Lo siento, no lo puedo decir más alto porque no se me escucha, pero lo siento, siento esas palabras, esa mirada y esa actitud altiva, ese pensamiento de que sea yo y el mundo cuando yo soy yo y el mundo es el mundo y nunca hay que separarse. Es hora de reconciliarse y de pedir disculpas y no por motivo alguno porque no tengo claro si te he perdido o queda un hilo de luz en esa rendija de la puerta que no sé si me has cerrado del todo, sino porque aunque me duela, esto es lo que me gusta de errar, el aprender a raudales sin créditos de libre configuración pero configurándome libremente a crédito de los errores. Si vieras que linda he puesto la casa, ya por fin colgué todos esos cuadros que tenía en la esquina junto a los ficheros y seguro que la semana que viene me acerco por ese archivador que encesito para colgar todas las carpetas, ya puse luz, quizás porque ya tengo oscuridad en esceso, y por fin tengo a las moscas a raya, en fin lo que tu ya sabes. No sé si leeras esto pero quiero que sepas que tengo esa sensación de que algo de ti se quedará siempre en mi, así que pienso escribirte todos los días que pueda o tenga un portatil delante, para, al menos tenerte por aquí, sin molestarte pero conmigo, que no es como soñé cada día pero al menos es una manera de recordar tanto en tan poco... ay! tanto en tan poco. Hoy fue un día duro porque han salido imprevistos de última hora ya que mañana había reuniones muy importantes y ahora voya ponerme a escuchar ese pasodoble de medida que mañana seguimos con la comparsa... Nunca tuve problemas para decirte lo mucho que te quiero, quizás porque para mi supone transparencia, quizás algo dentro de mi se siente en paz al decírtelo, no lo sé pero te quiero y te quiero tanto, te quiero desde esa razón que perdí un maldito sábado de septiembre y que mancha mi imagen en tus ojos y lo que es peor, ha puesto distancia entre nosotros. Pero te quiero y si alguien con la que haya compartido algún tiempo de esta vida juntos leyera estas palabras sabría que nunca he escrito palabras de este calibre porque, sinceramente nunca lo he sentido pero bueno así son las cosas. Pon esa balanza y recuerda Úbeda, Granada o Sevilla, por los gatos callejeros y borra esas palabras por tantas y tantas que he tejido con mi boca, robado a mi corazón y aunque no lo sepas, he plantado en el tuyo, corazón que una vez soñé pudiera compartir contigo. Es poco tiempo, es cierto, pero son muchas conversaciones y vivencias frente a un calentón motivado por argumentos que son erróneos. Bueno me voy a hacer de cenar, hoy toca algo de salmón que me lo han vendido muy bien en Mercadona, sé que no te gusta mucho el perscado como sé muchas cosas de tí. En fin me voy ya que descanses, hasta mañana. Te quiero.